Etiqueta: Familia narcisista

  • ¿Cómo afecta crecer en una familia narcisista?

    ¿Cómo afecta crecer en una familia narcisista?

    Cuando identificamos a nuestra familia de origen como narcisista, lo más importante no es empezar a repartir culpas o resentimiento, sino descubrir en qué nos afectó en nuestro desarrollo, y nos continúa afectando como adultos. Descubriremos que los efectos son múltiples y que se distribuyen por las principales áreas de nuestra vida.

    Crecer en una familia disfuncional hace que el niño se sienta solo e incomprendido

    Como decíamos al final del post anterior, cuestionar el comportamiento de nuestros padres con trastorno o rasgos narcisistas es un paso que hemos de hacer. ¿Quiere eso decir que no se puede entender parte de su comportamiento? Claro que se puede.

    Comprender la disfunción de la familia narcisista

    • Padres suficientemente buenos

    En primer lugar, como decía el pediatra y psiquiatra Winnicott, basta con que un padre o una madre sean «suficientemente buenos» para criar hijos psicológicamente sanos. Eso significa que la maternidad y paternidad son muy complejas y la probabilidad de equivocarse, teniendo una muy buena intención, es alta. Es decir, es lógico asumir errores aún intentando ser el mejor padre o la mejor madre posibles. Si hay circunstancias adversas alrededor de esos padres, si pasan por situaciones estresantes o directamente devastadoras, sucederá que cometan errores al criar a sus hijos y serán errores comprensibles.

    • La disfunción familiar se hereda

    Otro factor crucial que es justo tener en consideración es que esos padres, nuestro padres, fueron hijos, en una gran mayoría de casos, que experimentaron a su vez abandono, maltrato y disfunción. Por tanto, lo que hicieron con nosotros no es más que traspasar, igual que lo recibieron ellos, la disfunción familiar.

    • Un proceso inconsciente

    En gran parte, el proceso de traspasar la disfunción familiar a los hijos se encuentra en el subconsciente. Por tanto, esos padres que actúan de forma irresponsable, egoísta o tóxica, tal vez no sepan que lo están haciendo. Pero difícilmente será todo inconsciente: por ejemplo, un padre o madre que abusa sexualmente de sus hijos y les amenaza para que lo sigan manteniendo en secreto no está haciéndolo de forma subconsciente. Tal vez no sea consciente de las razones por las que está cometiendo ese delito, pero sabe que lo está haciendo.

    Los efectos en el niño

    Aquí viene una paradoja importante que hemos de aceptar: conscientes o no, con explicaciones o no, con mejores intenciones o peores, los efectos del abandono, maltrato, abuso o crianza disfuncional son verdad. Es decir, dos cuestiones contrarias son verdad a la vez, ya que los padres en muchos casos no quisieron dañar, no supieron que dañaban, tenían razones para su desatención, PERO, a la vez, es verdad que los efectos en los hijos son muy perjudiciales.

    Hay que entrenar la mente para aceptar esta paradoja o estas dos verdades que suceden a la vez. Si no se entrena, lo que sucede es la NEGACIÓN que la mayoría de hijos de familias disfuncionales practican – a veces toda su vida. La negación impide la recuperación.

    Y ¿cuáles son estos efectos?

    Se podrían resumir en que las necesidades del niño o niña no son correctamente atendidas, lo que dificulta su desarrollo psicológico, emocional y en algunos casos incluso físico.

    Desde su nacimiento hasta los 7 años, los niños reciben primordialmente de sus padres el aprendizaje y la validación emocional que necesitan para formarse. El problema es que una madre o padre narcisistas ven a ese bebé como una extensión de sí mismos y un medio para reflejarse y satisfacer sus propias necesidades. El conflicto está claro: el bebé y el niño pequeño necesita a sus padres para que le vean como una persona que se está formando y le enseñen a reconocer sus emociones y a relacionarse, etc. Pero resulta que sus padres quieren que él o ella sean un instrumento para satisfacerse.

    ¿Qué ocurre cuando la madre es incapaz de ayudar a su hijo? ¿Qué ocurre cuando no sólo no está en condiciones de adivinar y satisfacer las ne­cesidades de aquél, sino que ella misma está necesitada, cosa por lo demás muy frecuente? Ocurre que, inconscientemente, esa madre intentará satisfacer sus propias necesidades con ayuda de su hijo. Esto no excluye una entrega afectiva, pero a esta relación explotadora le faltan com­ponentes de vital importancia para el niño, tales como fiabilidad, continuidad y constancia, y le falta sobre todo ese espacio donde el niño podría vivir sus propios sentimientos y sensaciones. De­sarrollará, por tanto, algo que la madre necesita y que, si bien entonces le salva la vida (el amor de la madre o del padre), suele impedirle ser él mismo durante toda su vida. En este caso, las ne­cesidades naturales propias de la edad del niño no pueden ser integradas, sino que son escindidas o reprimidas. Esta persona vivirá más tarde, sin saberlo, en su pasado.”

    Así lo expresa Alice Miller, un referente en el trauma infantil y sus efectos en los adultos.

    Se puede intuir que en la familia narcisista habrá muchas carencias de todo tipo, que son las que causarán las dificultades de adultos, si no hacemos algo para recuperarnos.

  • El estrés postraumático: cómo empezar a superarlo

    El estrés postraumático: cómo empezar a superarlo

    Todo lo anterior puede causar un cierto desánimo, porque la lista de dificultades y problemas que hemos de enfrentar cuando tenemos estrés postraumático es muy larga. Además, el proceso de mejorar y cambiar nuestra vida llevará tiempo, puesto que el problema también ha tenido lugar durante décadas. No se puede correr en este proceso, ya que eso impediría que funcione.

    En mi caso, llevo años intentando aplicar todo lo que me parece positivo a mi mejoría, y sé que no he terminado, y que me falta mucho por recorrer. Pero… ¿qué otra cosa mejor tengo que hacer? A mí no se me ocurre ninguna.

    El tabú de la familia

    Recientemente en España y otros países están saliendo a la luz los casos de abusos sexuales a niños por parte de miembros de instituciones de todo tipo.

    Efecto dominó

    Se produce el conocido efecto dominó, ya que de un caso denunciado empiezan a salir muchos más. Y suelen ser casos de personas que han callado estos hechos durante décadas, y un día se deciden a explicarse y a tomar las medidas pertinentes, si aún pueden, porque escuchan otros casos y eso les hace recordar el suceso que vivieron.

    Estamos hablando de abusadores que no son parte de la familia de las víctimas, y aun así éstas entierran el hecho en su memoria durante años, sintiendo vergüenza y culpa como si ellos hubieran sido responsables de su propio abuso.

    Abuso en la familia

    Ahora imaginemos que los abusos del tipo que sea, no necesariamente sexuales, se producen en la familia. Las víctimas callarán mucho más y lo enterrarán mucho más en su memoria y lo negarán o minimizarán, a veces durante toda su vida. La culpa y la vergüenza suelen ser mayores cuando el daño es provocado por los que supuestamente nos deben cuidar y querer más que nadie. Es muy difícil alzar la voz contra esta situación, y la sociedad tiende a censurarlo, puesto que va contra un tabú social muy importante: la familia.

    El estrés postraumático que enfrentan las víctimas de abuso sexual intrafamiliar es muy intenso y, además, muchas veces pasa inadvertida porque las víctimas niegan lo que les ocurrió para no causar un «terremoto familiar».

    Devolvernos la voz

    La importancia de dar ese primer paso, de admitirse primero a una misma que fue abusada, abandonada y maltratada (no necesariamente hemos de pensar en abuso sexual o agresiones físicas severas) y luego poder decirlo en voz alta, es enorme.

    No es nuestra culpa

    De este modo, y solo de este modo, podrá empezar la culpa a traspasarse de donde no debió estar nunca, en el niño o niña, a los responsables verdaderos. De este modo, la vergüenza podrá también ir hacia sus legítimos dueños, liberando a nuestro niño interior, permitiéndonos empezar a querernos. Aunque parezca increíble, las víctimas de abuso narcisista siempre se culpan a sí mismas. Cuando este sentimiento se hace insoportable, empiezan conductas compulsivas que tratan de apaciguar la ansiedad.

    Conductas disfuncionales para evitar la ansiedad

    Hay cientos de ejemplos de conductas que tratan de combatir el estrés postraumático de forma disfuncional. En mi caso, en la pubertad, incapaz de asumir el abuso psicológico que estaba sufriendo en mi casa, combinaba el alcohol con la autolesión.

    AUTOLESIÓN

    La auto-lesión está estrechamente relacionada con el trauma infantil, como se explica en este artículo.

    A menudo esta conducta aparece en la adolescencia, como única forma de calmar la ansiedad generada por el estrés postraumático. En mi caso, cuando era adolescente mis padres habían decidido separarse por fin, pero lo hicieron de la peor forma posible. Mi padre nos dejó a mi hermana y a mí con mi madre en plena depresión psicótica de lo más destructiva.Para combatir la ansiedad que me generaba esa situación, me autolesionaba y así daba escape al estrés interno.

    Recordemos que un adolescente está en camino a la madurez del adulto, pero no ha llegado. Por lo tanto, le faltan muchos recursos para combatir el estrés interno. No sólo recursos emocionales y psicológicos, sino económicos y sociales.

    USO DE SUSTANCIAS

    En esa époco de mi vida, la sola idea de entrar en casa cada día me hacía temblar. Cuando le pedí a mi padre que por favor me sacara de allí, me dijo que “¡De eso nada!”, por supuesto,. No contento con eso, me lanzó una invectiva del tipo “¡Qué asco, ya estás llorando otra vez!”. El recurso del alcohol y la autolesión eran mi única salida.

    Este hecho habla por sí solo de la destrucción psicológica que padecía y, sin embargo, es la primera vez, más de veinticinco años después, que lo explico “en voz alta”. Mucha gente piensa que estos acontecimientos desagradables de la vida, una vez que han pasado, están mejor ocultos. Otra idea común es que hay que dejarlos atrás para avanzar. Esta idea no está equivocada del todo, pero se aplica mal.

    Vivir con estrés postraumático y enconrtrar la paz interna es muy difícil

    Los acontecimientos negativos se han de dejar atrás, por supuesto, pero una vez se han procesado adecuadamente, desde el punto de vista emocional.  Este es el punto clave del proceso que se emprende cuando una se hace consciente de que lo que le está ocurriendo no es “normal”.

    También es común pensar que si alguien explica algo como lo acabo de hacer, está siendo vengativo e injusto con unos padres que hicieron lo que pudieron. Este es otro punto clave que hay que desentrañar, quizás el más importante.

    Culpa o responsabilidad en la familia narcisista

    La idea de la lealtad hacia unos padres abusivos o que nos han abandonado emocionalmente es una idea plantada en nosotros por estos mismos padres. Su intención era que no les diéramos problemas, por así decirlo.

    Por tanto, es obligatorio examinar y cuestionar esta idea, y comprobar si es cierta. En mi caso, ¿resulta desleal por mi parte cuestionar a mi padre por dejarme con alguien que estaba destruyéndome psicológicamente (y que podría haberme llevado a la destrucción física)? No olvidemos que lo hacía por su propio egoísmo, para estar más cómodo y no tener que preocuparse. Obviamente no es desleal.

    Otra cosa es que se puedan encontrar explicaciones para su comportamiento, como por ejemplo que los mortales nos equivocamos, y que a veces en situaciones de estrés tomamos decisiones equivocadas.

    Las respuestas a esta afirmación se encuentran en el siguiente post.

  • Porqué una familia narcisista es igual a una secta

    Porqué una familia narcisista es igual a una secta

    El funcionamiento de la familia narcisista tiene muchos paralelismos con el de una organización coercitiva, lo que conocemos como secta, según Steven Hassan . Además de centrarse en el líder narcisista (o pareja de líderes), existe manipulación para coaccionar a los miembros a hacer lo que el líder desea. También existe la mentira como base, y unos dogmas establecidos que no se deben cuestionar. En este post analizaremos en detalle estos puntos.

    Hay paralelismos entre el líder de una secta y el líder de una famlia narcisista.
    En este vídeo, el creador de contenido y psicólogo Daniel Mackler establece la comparación entre familias disfuncionales y sectas.

    El líder (o líderes)

    A la cabeza de una familia narcisista hay, lógicamente, una persona con trastorno narcisista de la personalidad, o bien con altos rasgos de narcisismo. Aunque en muchas ocasiones haya dos líderes al cargo, es decir, dos personas narcisistas, o una narcisista y una borderline, u otras combinaciones, siempre hay uno de ellos que es el líder supremo, o el que manda realmente.

    Y ¿cual es la diferencia entre ser unos padres de familia normales, que deciden sobre las cosas, y un líder narcisista?

    Tengamos esto en cuenta: no estamos hablando de cuando hay que educar, guiar y proteger a un niño o niña pequeños. También ahí, obviamente, el estilo narcisista tendrá mucho impacto, ya que habrá más maltrato, físico o psicológico; abandono emocional y un autoritarismo fuera de control.

    AUTORITARISMO EXACERBADO

    Pero la característica de líder sectario se hará patente en su totalidad cuando los miembros de la familia ya sean adolescentes o jóvenes adultos (y el resto de sus vidas): sólo se hará o no hará lo que el líder decida.

    Imaginemos un líder de una secta absurda y destructiva, como por desgracia hay muchas, y hagamos el paralelismo. Habrá normas estrictas y con frecuencia absurdas sobre qué se puede hacer en todos los aspectos de la vida: comida, horarios, apariencia, ideología, relaciones afectivas y de amistad; estudios, profesión.

    Lo más importante: no se cuestiona lo que el líder dice, simplemente se ejecuta tal cual. Quizás estéis tan acostumbrados a esto vosotros mismos que no le veis lo raro. Pero, recordemos un momento… estamos hablando de adultos. ¿Cómo es eso de que a un adulto no se le cuestiona?

    Los adultos cuestionan   

    Los adultos podemos (y debemos) hablar de cualquier conducta de otra persona hacia nosotros que no nos haga sentir bien, estableciendo una comunicación sana y asertiva. ¡Ja! Una vez hice esperar a mi padre unos segundos en su coche porque me había traído unas llaves que me había olvidado y yo no calculé el tiempo correctamente en cuestión de segundos. Por ese hecho se puso a gritarme delante de la gente como un energúmeno. Los dos teníamos edad suficiente, él para no ser un déspota maleducado y yo para mandarle muy lejos.

    Pues bien, al ser cuestionado por su conducta, no entendía cómo se le estaba pidendo a él, líder supremo, que diera cuenta de algo que hubiera hecho (muy) mal. Y es que al líder de la secta narcisista, jamás se le puede decir que puede hacer las cosas de otra manera.

    No se cuestiona al líder.

    La verdad está ahí fuera, porque dentro de la secta, NO

    Por muchos años que pasen, la capacidad de construir mentiras constante de los narcisistas con los que crecí me asombra. Y esa es otra característica que podemos ver en sectas y en familias narcisistas por igual. En este tipo de organizaciones, la verdad y la realidad no importan en absoluto.

    Que la verdad no te estropee la manipulación   

    Lo que importa es lo que los líderes quieren que sea el relato que se maneje. Y en la mayoría de ocasiones, ese relato no tendrá nada que ver con la verdad. El efecto de esto es enormemente perjudicial en los niños y adolescentes que tengan la mala suerte de crecer en una familia (u organización coercitiva) de este tipo.

    Si fueran como Pinocho, los narcisistas siempre tendrían la nariz muy larga.

    LO QUE DICE EL LÍDER ES DOGMA

    En una secta de tipo religioso les cuentan a sus miembros cualquier estupidez sin sentido sobre

    el origen del mundo o

    el porqué de la secta o

    cómo sólo ellos se salvarán del fuego eterno,

    el mundo fuera de la secta es malvado

    mientras que lo que se vive dentro de la secta es con frecuencia abusivo y terrible.

    Y una se pregunta: ¿Cómo se creen esas absurdeces?

    De la misma manera, en una familia narcisista se niegan hechos que son fácilmente comprobables, se sustituyen por otros falsos, se inventan razones absurdas para ciertos comportamientos o, directamente, se fuerza a los miembros a mentir.

    Vivir obligada a mentir    

    Para muestra, un botón: mi padre, líder de la secta narcisista familiar, y hombre poco valiente, nos forzó a mí y a mis hermanos a mentir sobre la existencia de su pareja una vez se separó de la otra líder, mi madre, porque temía su reacción agresiva. Durante más de veinte años, tuvimos que hacer ver que su pareja no existía y responder con mentiras a los interrogatorios de mi madre.

    El control y la coacción son lo principal

    Resumiendo mucho, la personalidad narcisista que, casi siempre, se encuentra al frente de sectas destructivas y de muchas familias, se basa en el control. El control da poder, y a eso es adicta una persona con altos rasgos narcisistas. Intentar escapar a ese control será el mayor pecado que se puede cometer en tales organizaciones, y se intentará evitar al precio que sea.

    La familia narcisista se basa en el control.

    Ese control se ejerce de forma radical en sectas (supuestamente) religiosas donde se dice a los miembros con qué se pueden vestir, qué pueden y no pueden comer, qué pueden celebrar, con quién pueden y no pueden tener relaciones sexuales, qué trabajos pueden y no pueden hacer, qué número de hijos pueden tener, qué colores y peinados pueden llevar, con quién pueden relacionarse, dónde deben vivir, cuánto dinero deben ganar, cuánto (y esto es más importante) deben entregar a la secta…

    En fin, la lista se puede extender hasta límites y detalles absurdos y que nos dejan muy sorprendidos a los que no pertenecemos a ella.

    CREENCIAS IMPUESTAS  

    Pero, ¿y en las familias narcisistas?

    Pues en las familias narcisistas donde haya un líder o cabeza de familia con creencias de algún tipo, esas creencias serán impuestas a los miembros de la misma forma que en una organización coercitiva.

    Son muchos los ejemplos que todos conocemos de padres o madres de familia que obligan a sus hijos adolescentes o jóvenes adultos a vestirse de una forma, a practicar una religión aunque no lo deseen, a casarse o relacionarse sólo con tales o tales personas (de alguna etnia, de algún grupo religioso, de alguna edad, de algún estatus económico…) interfiriendo en asuntos que un adulto gestiona por sí mismo y en los que nadie tiene derecho a intervenir.

    Sin embargo, esto se acepta como «normal», o como «familia tradicional» o «conservadora». Y lo que es, es una familia narcisista de corte similar a una organización coercitiva.

    Al fin y al cabo, una familia narcisista, igual que una secta destructiva, es un sistema enfermo, disfuncional. Cuando creces ahí, y empiezas a cuestionarte cómo funciona ese sistema y a ver sus lados oscuros, frecuentemente piensas: «Soy yo, que estoy mal; soy yo que soy defectuoso/a.»

    Porque si todo el sistema te dice que el raro eres tú, por estar cuestionando, acabas creyéndolo. En realidad, lo único que pasa es que no te adaptas a un sistema enfermo, porque el sano o sana, eres TÚ.

    En este otro post analizamos más en detalle los efectos de crecer en la secta narcisista.

  • El Estrés Postraumático complejo (2)

    El Estrés Postraumático complejo (2)

    Parte II

    Las consecuencias del estrés postraumático complejo, como hemos visto, inciden en todos los aspectos de la vida del adulto que ha vivido y crecido en una familia disfuncional, de tipo narcisista especialmente. El ámbito de las relaciones en general será el más afectado, pero puede afectar al desarrollo profesional, al ámbito financiero, a la realización personal y a las relaciones sexuales.

    El estrés postraumático complejo afecta, entre otras áreas, a las relaciones personales.

    Otros efectos de la familia narcisista

    DIFICULTAD PARA RELACIONARSE

    Este es uno de los puntos más importantes del síndrome de estrés postraumático complejo, y se manifiesta en una multiplicidad de variantes. Las personas que lo padecen tienen miedo de cualquier relación íntima con otra persona, como secuela lógica de un pasado en el cual se han sentido indefensos, agredidos y abandonados.

    Además de evitar las relaciones íntimas, existen otras maneras de manifestar la dificultad de relación. Una de las más comunes es la de buscar inconscientemente el mismo tipo de relación patológica que se ha experimentado con los propios padres. Esto se hace para que “salga bien esta vez”, en un intento de corregir el pasado doloroso. Naturalmente, esto es imposible y genera más dolor y más ansiedad, lo que reducirá aún más la autoestima. Este círculo se conoce, en psicoanálisis, como la compulsión de repetición.

    ANSIEDAD

    ;¿Por qué un niño vive en estado de hipervigilancia y ansiedad? Pues porque pasa por situaciones estresantes de forma continuada y debe estar siempre alerta para soportarlas. En el caso de tener padres narcisistas o con trastorno de personalidad, la criatura ha de estar siempre pendiente de sus estados de ánimo para no enfadarles, y esto le provoca un constante estado de ansiedad.

    Los niños con padres narcisistas son emocionalmente abandonados.

    Los adultos con hipervigilancia creen que su estado es “normal”, y que todo el mundo vive así, constantemente vigilando que todo esté bien, pero se equivocan. De hecho, ese estado crea diversos problemas de somatización. Es decir, la tensión psíquica constante se traduce en dolencias corporales varias: bruxismo, dolores de cabeza, dolencias estomacales, insomnio, y un largo etcétera.

    En algunos casos, estos problemas físicos y psíquicos se traducen en depresión. La constante ansiedad, la concepción negativa de uno misma, más la sensación de no tener escapatoria llevan a un estado de ánimo deprimido.

    FOBIA SOCIAL

    Las dos palabras ya dan una idea de lo que se trata: fobia o miedo/aversión a las situaciones sociales. Esto puedo llegar a ser un trastorno de la personalidad evitativa, ya que tiene diversos grados y en cada persona se puede manifestar de diferente manera. Casi siempre implica incomodidad o sentimiento de ineptitud en situaciones sociales como fiestas, o reuniones con personas que no se conocen.

    Miedo a hablar en público

    También se puede traducir en miedo a hablar en público, aunque sea ante un público reducido. Si en el trabajo hay que hacer alguna presentación en una reunión, por ejemplo, puede suponer una pesadilla para quien padece fobia social, y puede suponer perder el trabajo antes que enfrentarse a esa situación

    Por otro lado, mucha gente que padece fobia social vive ese aislamiento incapacitante. Si se visita un foro en el cual se trate este tema (en español existe, por ejemplo, este se puede comprobar cuanta tristeza y desesperación causa esta incapacidad

    Autosabotaje

    El autosabotaje parece ser uno de los problemas más arraigados y difíciles de combatir en las personas que han crecido en entornos disfuncionales, por lo enterrado en el subconsciente que está, y por los años que lleva instalado en nuestros cerebros. Se trata de uno de los efectos más nocivos del estrés postraumático complejo.

    Al escribir este post, me doy a mí misma varios ejemplos de autosabotaje, ya que encuentro mil razones para aplazar la escritura. Hago viajes a la nevera, tareas del hogar que “de repente” me impongo, u otras obligaciones que me invento,. También existen distracciones tontas y un largo etcétera.

    UNA TENDENCIA INDETECTABLE

    Este mecanismo sirve para abandonar o aplazar eternamente multitud de tareas o proyectos que me he propuesto. Desde hacer viajes que fui aplazando con varias justificaciones. hasta ofertas de trabajo que rechacé con otras explicaciones que me daba a mí misma.

    Cuando lo hacía, no era consciente en absoluto, y para cada caso me fabricaba una justificación. Por ejemplo, rechacé un trabajo una vez pasé por todas las pruebas para hacerlo. Ya ni recuerdo qué me conseguí decir, porque realmente no hay nada lógico que sustente esa decisión.

    Por eso es tan difícil luchar contra esta tendencia, porque lo primero que cuesta es hacerse consciente de ella. Y una vez nos hacemos conscientes, lo siguiente cuesta muchísimo más, ya que consiste en combatirla.

    El perfeccionismo enfermizo es otra manifestación del estrés postraumático complejo.

    PERFECCIONISMO

    Si hubiera que aspirar a la perfección propia de los dioses, nadie haría nada, puesto que sería imposible. Pero los supervivientes de hogares narcisistas han incorporado con mucha frecuencia un perfeccionismo enfermizo, que les impide realizar una tarea si no creen que la vayan a ejecutar perfectamente. Este es sólo otro efecto del estrés postraumático complejo.

    Ese perfeccionismo nace de la voz hipercrítica consigo mismos que incorporaron en su infancia: la voz de unas figuras paternas que solo admitían la perfección, condenando así al niño a la búsqueda de un imposible. La autoexigencia llevada a esos límites trae consigo lo que se conoce como “Síndrome del impostor”. Consiste en pensar que uno no es apto para realizar la tarea que está llevando a cabo. Por ejemplo, si se trata del trabajo que está desempeñando y por el que cobra, cree que más pronto o más tarde, todo el entorno se va a dar cuenta de su ineptitud.

    SÍNDROME DEL IMPOSTOR

    Este síndrome constituye justo el contrario de la confianza en uno mismo. Cuando cualquier persona va a enfrentar una tarea nueva, no sabe si la va a poder llevar a cabo correctamente, pero confía en sus capacidades para aprender y en sus propios recursos, y se lanza a ello.

    La persona superviviente del narcisismo piensa al contrario: está segura de que no podrá realizar la tarea correctamente. No confía en sus propios recursos y capacidades, y solo está esperando el día en que los demás vean que es incapaz de hacerlo bien y la expongan.

    Es obvio que así es muy difícil de iniciar nuevos desafíos, por lo que las personas que padecen este síndrome intentan evitar probar cosas nuevas. De hecho, evitan a toda costa hacer cambios en sus vidas o adoptar riesgos.

    La siguiente característica del estrés postraumático complejo es la codependencia, y se trata en el siguiente post.